Belleza, singularidad y diversidad, son algunos de los rasgos que mejor definen a Madidi, el área protegida más biodiversa del mundo. Con menos del 0,0037% de la superficie del planeta, representa el 3% de las plantas superiores, el 3,75% de los vertebrados y casi el 10% de las aves. De hecho, Madidi concentra el mayor porcentaje de las plantas y animales existentes en Bolivia: 40% de la flora y 50% de los vertebrados, con un número muy elevado de especies de aves, alrededor del 71%.
¿Cómo se explica tan impactante diversidad? Es que se trata de un área con una gran variedad topográfica, climática y altitudinal (de 180 a 6.000 metros de altura), que ha dado como resultado una espectacular diversidad de hábitats y de especies de plantas y animales.
Madidi es vital para la conservación de poblaciones de numerosas especies de la fauna silvestre (por lo menos 1.830 vertebrados), varias de ellas en situación de amenaza a nivel continental, como la taruka o venado andino, el oso andino, el jaguar, la londra, el mono rosillo, el ciervo de los pantanos, el borochi, el cóndor, el águila harpía, el caimán negro y las tortugas de tierra y agua. Alberga también una gran variedad de pequeñas especies, entre ellas mariposas, libélulas, abejas, hormigas, escarabajos, saltamontes y arañas, de las que aún se conoce muy poco.